El tatuaje, la técnica por la cual se pinta la piel de manera permanente, es una práctica extendida por el mundo, incluido el México prehispánico.
La pintura corporal o tatuajes, era una de las prácticas utilizadas en la época prehispánica para el adorno del cuerpo, donde el diseño correspondía a las decoraciones que se observan actualmente en las representaciones de personajes en códices, cerámica y piedras.
Aunque llevar tatuaje era una muestra de valor y un signo de estatus, también servía como castigo; si una persona de cierta posición social era encontrada culpable de robo se le tatuaban ambas mejillas con un diseño que señalaba su falta.
¿Sufrimiento o placer?
La piel funciona como protección a nuestros órganos internos, es la frontera específica entre el interior y el exterior. Los tipos de piel son distintos, por lo tanto, nos hace únicos. Así que marcar el cuerpo es un procedimiento de identidad, marcar la diferencia de nuestro cuerpo respecto a otro.